No estás donde quieres estar porque no madrugas

Y ya sé que esta no es la historia que estabas esperando.

Pero si tuviera que darte un consejo de vida sería ese. Aunque sea menos popular que darse duchas de agua fría.

Ahora mira dentro de ti e imagina esa vida que realmente te haría feliz. ¿Qué es lo que te pasas el día haciendo en esa realidad paralela?

Te lo cuento yo primero por si te da vergüenza: yo quiero pasarme las mañanas leyendo y escribiendo, y las tardes cuidando de mi huerto. ¡Y viajar de vez en cuando!

Tampoco pido tanto. O sí.

Sin embargo, aunque no sepa ni tu nombre, sí sé que tú también quieres vivir haciendo lo que te gusta.

Y para conseguirlo, la gente te dice que tengas un plan. Pero no como ejecutarlo.

Yo te doy la solución: habitúate a madrugar.

👉 Madrugar te dará el tiempo que necesitas

para alcanzar la destreza requerida

que haga que te paguen por ello.

En mi caso es escribir. No sé cuantos borradores, páginas en blanco y libretas habré gastado pero sí sé que he construido un estilo propio.

Y aunque soñaba (sueño, ando en trámites) con ser una escritora de ficción bestseller, he descubierto que las historias no solo sirven para entretener, sino para convencer. Y que no se me da mal lograrlo.

¡Se hizo la magia!

Esa habilidad es mucho más útil. Más vendible.

Final feliz.

Mentira, esto solo es el principio.

Te cuento como sigue si me contestas a estas preguntas.

  • ¿Estás dispuesto a madrugar?
  • ¿Ya eres un experto en lo que te gusta?
  • O eres de los míos, de los que le da a las teclas…

Ajá, lo suponía.

Pues en ese caso, ¿qué tal llevas eso de vender(te)? Porque recuerda, el objetivo es vivir de lo que te apasiona…

Puedo ayudarte en eso. Quiero que aprendas a contar historias que vendan tu pasión.

Para eso, voy a enviarte una historia que te inspire todas las semanas.

Me refiero a una historia bien contada de la que aprender. Desgranada. Por qué empezar así. Por qué no contar esto. Para qué usarla.

Y es que de todas las historias se puede extraer una emoción, un sentimiento… que lleve al lector al estado que tú necesitas.

Ya sea miedo, deseo, confianza… Cada día será uno.

Ese estado que hará que compre. O que se suscriba. O que haga lo que le pidas.

Storytelling creo que lo llaman. O narrativa estratégica.

Pero es que tengo cientos de ellas en la recámara. Extraídas de libros, anécdotas, noticias…

Dime, ¿te apetece que te cuente historias?

Por si has llegado aquí esperando conocer cosas más personales de mí (mi pasión y mi vida soñada te han sabido a poco) te puedo contar que también:

  • Programo aplicaciones web, pero estoy planteándome seriamente probar a ser cartera.
  • Me preparo un maratón para el 2026 por una apuesta.
  • Invierto en libros, una vez quería vivir de leer.
  • Y sí, madrugo, abro los ojos allá las 5-6 de la mañana. Y lo que es peor, me encanta.

Peculiaridades que tiene una. Tú tendrás las tuyas, ya nos iremos conociendo.